Las maderas

La madera es nuestra materia prima, el elemento del que nos valemos para dar forma a un nuevo instrumento y sin lugar a dudas donde se deposita gran parte de nuestra experiencia, conocimientos y aprendizaje constante.

Es algo fundamental disponer de un buen almacén de madera  previamente seleccionada donde poder ejercer control sobre ella a lo largo del tiempo de secado antes de estar en óptimas condiciones de uso.

La calidad sonora, la durabilidad y la estabilidad del instrumento se deben fundamentalmente a dos factores en lo que se refiere a la madera. La calidad de las piezas, algo fundamental, y a un correcto tiempo de almacenaje y secado que bajo mi criterio se divide a su vez  en dos fases. Una primera etapa de secado inicial y que está muy condicionada por la humedad que tenga la madera cuando es adquirida que suele ser relativamente corto  y  una segunda fase donde la madera se someta a un tiempo más  prolongado, lo más prolongado si es posible, en condiciones de humedad y temperatura controladas que nos proporcione como fin, unos niveles aceptables de estabilidad frente a los cambios de condiciones ambientales.


Esto nos garantizará que el instrumento no sufra cambios estéticos o mecánicos a lo largo de su vida útil. Existen unas condiciones climáticas ideales de humedad entre 40% y 50% y una temperatura ideal de 15º a 30º , esto sería lo más apropiado y el usuario debe de alguna manera tenerlo en cuenta y proteger el instrumento de fuertes cambios de estas condiciones. Es evidente que estas condiciones ideales muchas más veces de las deseadas no se pueden cumplir y es inevitable exponerlo en ocasiones a condiciones ambientales diferentes pero en estos casos sí que se debe proteger dentro de lo posible de los cambios bruscos de las condiciones  ambientales pues el instrumento es capaz de asumir estas variaciones de manera lenta, moderada y reaccionar bien  .Es muy importante tomar conciencia de esta cuestión y pongo como ejemplo mantener el instrumento en su estuche, evitar el sol prolongado o almacenarlo en espacios con altas temperaturas como maleteros de coches, evitar almacenarlo en zonas húmedas etc... ejemplos que atienden al sentido común del usuario en definitiva. No seguir estas reglas básicas puede producir en algunos casos deformaciones indeseadas en el instrumento y por tanto reducir su vida.

Estas son las maderas de las que se componen mis instrumentos.

Palo Santo de la India, Pau ferro, Ciprés, Ébano exótico, Nogal europeo, Cocobolo , Alce Bogote , etc.. de 1ª para cuerpos y palas

Ébano en el diapasón y las palas

Abeto alemán y Cedro de 1ª para las tapas

Cedrela de 1ª para el mango, zoque y refuerzo

Pino abeto para las barras armónicas, refuerzos de bocas y barras

Sicomoro para grecas, rosetas y decoraciones

Morfología de la construcción

 

La filosofía de construcción es artesanal, utilizando muchas viejas técnicas,  herramientas de antaño y productos naturales. Para mí, como constructor me gusta imprimir en mis creaciones muchos de los criterios  de la escuela granadina de constructores de guitarras  que le otorgan la propiedades tan características a sus productos que tantos reconocimientos a conseguido en el panorama mundial de la guitarra.


Es individual y unitaria.

Cuando se aborda la construcción de un instrumento musical de manera artesanal, se toma en cuenta muchos elementos. La madera empleada en estos y sus características sonoras deben dictarnos muchas de las  condiciones a la hora de afrontar la construcción y el guitarrero tiene que añadir todos los condicionantes constructivos que le haga alcanzar su objetivo, en definitiva recorrer un camino donde el fin sea obtener aquello que busca, aplicando su experiencia, conocimientos y destreza adquirida.

Por tanto la finalidad debe ser crear un producto único, refinado y con personalidad compartida entre la línea constructiva de su creador y las virtudes propias y únicas de cada guitarra.

En todas mis creaciones siempre he procurado mantener ese espíritu de exclusividad e individualidad procurando nunca repetir ninguna obra, siempre tienen variaciones ,como mínimo estéticas, aunque siguiendo siempre  una línea que les otorgue un reconocido parentesco entre ellas.

Siguiendo en esa línea, la parte del acabado no podría ser de otra forma y retomo estos criterios originarios, utilizando el acabado con goma laca, aplicado con la técnica de pulimento a muñequilla de manera manual, muy laborioso que requiere un tiempo prolongado de trabajo.

Este acabado de barniz, además de poseer una tradición muy arraigada y presente en los mejores instrumento del panorama mundial,  es muy apreciado por los músicos, mejora la respuesta sonora y permite la transpiración del instrumento proporcionándole una mejora constante a lo largo del tiempo.